domingo, abril 30, 2006

La Guerra del Pacífico: Capítulo VI /Tomo I

Cuentos para no dormir

Cierto día un cantante muy famoso internacionalmente abordo un taxi, entonces el taxista lo reconoció y le pregunto acerca de sus actividades de visita en la ciudad, y siguieron a destino en amena charla. En medio de la travesía el taxista le pidió un favor, si es que podría sacarse una foto para dar a su hija quien lo admiraba; este respondió que no había problema; muy luego llegaron a destino; el cantante canceló y el taxista bajó con su máquina; le pasó esta al cantante y posó para la foto. El cantante intrigado le dijo si no quería una foto juntos, el taxista dijo que no, que su hija estaría feliz de saber que él, siendo tan famoso le había tomado esa foto.
Moraleja: “No importa en que bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es mantener el sentido del humor”.

Se cuenta que cuando el fanático desquiciado
Mark David Chapman hirió de muerte con cuatro balazos a Jonh Lenon, integrante de los Beatles, a la salida de su edificio en Nueva York, este, volvió sobre sus pasos, subió tambaleándose hasta el segundo piso en donde tenía su residencia, empujo apenas la puerta que permanecía junta, y antes de desplomarse dijo a Yoko Ono, su mujer, con voz estertórea: “Yoko, Yoko ...me han matado”
Moraleja: genio y figura hasta el último minuto.

Había un sujeto muy, pero muy difícil de despertar por la mañana, entonces ideo un sistema ultra sofisticado para despertar: ponía el reloj despertador a la hora y debajo de la almohada dejaba un revolver, entonces, a la hora señalada sonaba el despertador y el hombre, medio dormido, sacaba en forma inconsciente la pistola y descargaba un furibundo tiro sobre el reloj, y con el sonido del disparo DESPERTABA !.
Moraleja: “Haz cualquier cosa para despertar, no importa lo que sea“.

Se cuenta que el Sr. Buda veía cierto día por un camino con sus discípulos, y llegaron a un río en donde había un botero que cruzaba a la gente por unos pocos pesos hasta el otro lado. Había allí también un monje que desafiando al Sr. Buda vociferó: “¡Sr. Buda, apuesto que yo puedo cruzar el río por sobre el agua y que soy mejor que tu”!, y acto seguido fue y volvió hasta el medio del río por sobre el agua; al regreso comentó que le había tardado 20 años en conseguirlo, pero lo consiguió. Sr. Buda no dijo nada, pagó lo que cobraba el botero y atravesó con sus discípulos, y siguieron caminando. Entonces el Sr. Buda extrañado comentó con sus discípulos “¿porque este monje habrá ocupado 20 años en aprender a caminar por sobre el agua, cuando podría haber pagado esos pocos peso y haber cruzado en bote?...

Moraleja: sin comentario

No hay comentarios.: