jueves, mayo 24, 2007

Ésta es para nuestro Willy, obviando lo limón.

tremendísimo aporte Rodriguez

Sustantivo y fundacional; estos dos temas están en el ADN de la manga misma (de flojos, pendencieros y sordomudos), así es que se lo agradezco en nombre del altísimo. Y a propósito, recuerdo que en cierta ocasión nos fuimos a la laguna (centro espiritual de la manga) y yo había quedado de llegar al día siguiente; el hecho es que del bus me fui directo a la casa (me parece que estábamos en la casa de los Richter) y como no los encontré me fui a la playa; el día estaba exquisito, nublado típico y una brisa fresca con ese olor a mar que penetra los pulmones y nadie más por ahí; y los veo a lo lejos y me ven, nos vamos acercando y me reciben con este tema ¿y tu donde estarás?, tuve una experiencia de éxtasis múltiple... (y eso que era mono-orgásmico). Ahí estaban los de la foto (monstruos sagrados de la música, como dice espineta) más el gran Bierling que tocaba la guitarra y cantábamos en esos parajes deshabitados al cielo y el paisaje..., aún lo recuerdo como si fuera hoy (y eso que recuerdos tengo pocos) Sea entonces este recuerdo un homenaje a nuestro grande Hans, siempre a la vanguardia.

viernes, mayo 18, 2007

mariguanzas

Recuerdo otra:
Antes de irnos a la laguna en el verano (¿sería?) del 81, decidimos aperarnos de los subitivos necesarios para que no nos faltara el argumento ni el desvarío, y como en estas lides la manga era organizada, hicimos una vaquita y contactamos al proveedor; y con gran arresto nos decidimos ir a la negociación. Así es como nos apersonamos con Rodríguez en su guarida. Y como Lto era sumamente ducho en estos bretes, nos atiende cortésmente, nos hace pasar a su habitación en el segundo piso (departamentito duplex ) y hábil, nos da a probar una que, para mi (única explicación consistente) nos hizo perder la continuidad espacio-temporal y nos dejó al borde de la zona unligth, y al margen del acontecer y sumidos en la impermanencia... Y en seguida trajo la cantidad solicitada (expresada en moneda nacional).
Lo cierto es que en ese momento empieza una escena que solo quedó grabada en la caja negra, en que creo que pasamos de golpe a la intemporalidad misma; ya que lo que recuerdo es que; la puerta y la ventana de su pieza estaba abierta y corría un viento que se confundía con el Retur to Forever que se oía no se de donde; por la ventana se veía el cielo gris claro, y no se oía nada más, puesto que el susodicho desapareció... Con Rodríguez nos reíamos (ataque directo al sistema nervioso producto del estimulante) mientras limpiábamos la adquisición no sabiendo si era mucho o poco; a veces parecía un cerro y otras se veía chiquitito. Encima, ahondaban lo sobrenatural de la escena, las incoherencias propias del extravío.
De repente Rodríguez me pregunta, “¿es mucho o poco?”, y yo sin poder determinarlo, por la dudas y jugando al avispado le digo “chhh, esto es muy poco”. Entonces Rodriguez palideciendo, tomando aire e infundiéndose valor como para enfrentar al antagonista se queda mirando el montón y dice ¿es mucho o poco? ...y nos cagamos de risa... Y seguimos entre nervios y risas tratando de ubicarnos al respecto, hasta que pasado un tiempo indeterminado, se presenta nuevamente nuestro contendiente y pregunta “¿cómo esta?” Entonces Rodriguez en un acto de valía sin par espeta: “chhh, ...pero esto es muy poco”... frente a lo que Lto lo mira y dice “si poh, limpia esa primero” para luego desaparecer con la misma fugacidad. Y luego, al rato (imposible contabilizar la escena en unidades de tiempo conocidas porque no se cuanto rato sería, ya que solo se oía la música y se escuchaba el viento mientras no parábamos la risa perturbada y sin motivo aparente) aparece de nuevo Lto con otra carga y nos la echa en el periódico y se va. Nosotros intentamos seguir con la faena, pero nos pareció inoficioso así es que le digo a Rodríguez “llevémosla toda nomás”; y guardamos todo, nos levantamos trayendo una cantidad imprecisa (que luego, expuesta sobre la mesa era literalmente una montaña). Saliendo de la escena y volviendo campantes a la cotidiana (i)realidad villana. Ciertamente el verano aquel fue muy volado y litoral.
PD. Huelga decir que nuestro Lto era el sibilino e indecifrable Antonio Tapia (q.e.p.d.)

miércoles, mayo 16, 2007

Otra del inefable Menotti

Laguna de Zapallar, en algún día de enero de 1980 y tanto, la manga vacaciona. Hay un piño más o menos, que se va acrecentando a medida que transcurren los días. Como sería la cosa que hasta Anita Acuña andaba en estas lides estivales.
Al parecer hacia poco había llegado pajarraco con un cargamento de Apricot y Dos Quinas, destilados de mala muerte que machacaban nuestras ya maltraídas neuronas.
Además había pito, pito pito colorito, y por ahí salvaba la calidad, cogollo del bueno.
Obviamente no faltaba su fogata y sus garrafas de alguna marca inenarrable (La mascota o El Cid, por ejemplo). No recuerdo como nos arreglábamos con la comida, pero se comía.
Ya era de noche, no se muy bien que hora, la algarabía era total, las carpas estaban en posición y cumpliendo perfectamente sus funciones, tanto que era complicado entrar a ellas.
Con Mena, si... el mismísimo, nos queríamos poner un cohete, obviamente ya estábamos volados, pero la cosa era ir por más. Para nuestra desgracia nos quedamos sin papel del tipo “illo” y había que ir a buscarlo a la carpa blanca. Haciendo acopio de valor e importunismo, me metí a la carpa. No se veía nada, y no logre ubicar los famosos papeles. Para más cagarla le pise las patas a una pareja que se encontraba en no se bien qué menesteres.
La cosa es que salí sin cumplir el cometido, bajo los improperios de los fogozos ocupantes, por lo que Mena propuso que hiciéramos el wiro con papel de diario, a lo cual yo me opuse terminantemente, alegando que debíamos tener un mínimo de decencia y dignidad, argumentos que Mena no pescó en lo absoluto. La cosa es que me encontré alegando y fumando pito en papel de diario con Mena.
Durante todo el dialogo que se dio con este sujeto, yo tenia la vaga sensación que algo liquido me caía constantemente en la cara, como si lloviera. Así que me limpiaba y seguíamos la aMena conversa. Como más de alguno recordará, Mena tenía la costumbre de acercarse mucho a uno cuando le hablaba y además era un tanto jugoso. Así que dentro de mí volá empecé a caer en cuenta que era éste, el que al hablarme, me tiraba toda su baba en mí cara. Así que no hallé nada mejor que juntar toda la saliva que pude, que no fue mucha producto de lo aplicado que estábamos (a lo puro Julio Iglesias) y lanzársela en pleno rostro al susodicho Agamenon.
Obviamente esto significo la ira de Amenofis y tuve que emprender rauda carrera si no quieria ver comprometida mi integridad física.
Dando vueltas por el improvisado campamento, a toda marcha, pasando por entre las carpas, alrededor de al fogata, yo y Menelao, fugaces.
Bastante surrealista era la escena, cuando para colmo siento que el tal Mena comienza a trasmitir mientras corre tratando de alcanzarme: ¡Pique a lo Rummenigge!, ¡pique a lo Abramczic! y hasta ahí no más pude seguir corriendo.

lunes, mayo 14, 2007

Negra como las Velas

Voy a contar otra anécdota un poco tremebunda, que ocurrió por el año 83. Era día de protesta, ya toda la gente se había recogido y serían las 19 hrs; estaba oscureciendo. Vamos con mi hermana a mirar por Carlos Dittbon hacia donde se escuchaba una algarabía y vemos que viene una multitud gritando consignas contra el Detestable y poniendo velas en medio de la calle; había algunos mayores pero la mayoría gente joven; el hecho es que nos sumamos a la columna que siguió hasta Lo Encalada, mientras la gente de los edificios tiraban velas, que los encargados hábilmente, cortaban, encendía y dejaban en la fila; así llegamos muy luego hasta Salvador Sur por Lo Encalada. Y de pronto, en eso aparece.... tatatataan... la mismísima ¡¡Negra Chabela!!, que se había tomado unos copetes y andaba con alguien más pasándolo chancho, el hecho es que nos saludamos efusivamente, se toma de mi brazo y seguimos vacilando con la turbamulta. Seguimos por Grecia hasta entrar por Maratón y luego por la calle del Bactereológico (en ese entonces camino de tierra). Y todo este rato la negra Chabela gritando, saltando y gueviando como si fuera 18 de sept., -mi hermanita solo la miraba- hasta que llegamos finalmente a puerta de la Iglesia de la villa. Cuando los muchachos ponían velas encima de la reja, llega el cura (chileno) nos encuentra y felicita por esta protesta tan piadosa y pacífica etc. Y estaba empezando su alocución, y en eso.... ¡llega una micro de pacos y rápidamente se baja un piquete! tal que no alcanzamos a apretar. Los pacos andaban bastante pasados al parecer, porque estaban super acelerados y venían en la dura. El grupo se asusto mucho ya que no sabíamos qué podría pasar (esos días no estaban asegurados los derecho, como hoy) y solo tendimos a achoclonarnos; la cosa es que nos rodean en la puerta de la iglesia (seriamos unos 60, la mayoría cabros chicos) Y resulta que la negrachabela como también andaba pasada empieza decir en lengua semi traposa: “¡qué, estos pacos culiaos, qué se creen!”; entonces los demás nos miran súper urgidos como suplicando dicen “hazla callar por favor que nos van a cagar”; y yo tratando de calmar a la negra que se sujetaba un poco y luego empezaba de nuevo “qué vienen con gueas estos pacos culiaos” y yo prácticamente tapándole la boca para que se callara, debí zamarrearla un poco para que aflojara la vena; en eso los pacos vociferaron ¿quién esta a cargo?, entonces el cura sale a parlamentar y les explica que el esto y lo otro y que él no tiene nada que ver etc. El paco delibera sacándonos la foto y al ver que era la mayoría cabros chicos y señoras; vocea “¡¡ya tienen 5 minutos para desaparecer!!”; así es rápidamente el grupo se desarmó; yo deje a la Negra en la vereda para su casa, me despedí enfatizándole que se fuera derecho y que se dejara de gueviar. “Si” dice ella, “si se”. Nos despedimos, ...y desde ese tórrido día... no la volví a ver más nunca... // x gzlez

jueves, mayo 10, 2007

Una de las tantas de Mena


Como no recordar la época gloriosa de Toluca, ahora convertida en apacible parque.
Toluca, lugar de catarsis colectiva, donde los Muppets hacían de las suyas gritando como locos.
Toluca, campo de gestas deportivas históricas, donde uno de su más conspicuos animadores era el hábil José Luis Francisco Mena Moya. Mena para los amigos.
Mena era un entusiasta, cosa no menor ya que esta palabra proveniente del griego significa tener un Dios dentro de sí. Espero que aún mantenga esa virtud.
Mena era de aquellos que se toman las cosas en serio, así que llegaba a las gestas deportivas de Toluca, impecablemente vestido para la ocasión. Mientras nosotros muchas veces jugábamos de pantalón largo, el tenía equipo completo y de la “U”.
Bueno... y donde estará la anécdota?, se preguntaran ustedes, con justa razón.
Vamos por ella.
Resulta que en una de esas justas, ya como a mitad del encuentro, tras certero ataque al arco rival, se produce un despeje desesperado que mando la pelota a las nubes.
Mena estaba en la mitad del campo de juego, más bien tirado hacia la izquierda, imponente custodio.
Describe el balón un arco parabólico, comenzando a descender con movimiento uniformemente acelerado, para caer justo donde estaba el Mariscal Mena.
Previendo esta situación, Mena grita con su sin par vozarrón que se la dejen, y se dispone a tomar la esférica de perfecta bolea.
Mena pone sus ojos de águila en el meteoro que cae...
Calcula tiempo y distancia...
Saca una impresionante bolea de derecha, creo...
Pero sólo logra segar el aire ñuñoino, ya que la aviesa bola le da en medio de lo que es testa!!!.