lunes, febrero 25, 2008

A mierrrrr....!!!

Gonzalo Rodolfo Antonio Nuñez Carrasco y Mus!!!, el peripatético cósmico, incorregible avatar del altísimo, testigo de la época.
Buena demostración de rescate histórico es la que hace. Claro!, Amenofis-Mena era de la partida, así como también lo era la Comadreja. Recuerdo que con ésta quedamos tirados de espalda en el mismísimo terroso suelo de las afamadas fondas, muertos de la risa mientras los parroquianos pasaban a nuestro lado. Tambien andaba Gigio Ignasio y hasta ahí me llega la memoria.

Bueno, este verano se cumpliron 30 años de la epopeya de El Quisco, güen dar!, que me dice usted?.
En esa oportunidad recuerdo que había que usar el baño grande para satisfacer los requerimientos del sistema de purificación biológico, así que me fui calladito a "largar un moreno", como dicen los cariocas. Aprovechando la penumbra me acomodé entre las precarias matas que habían por ahí. Estando en lo mejor de la faena liberadora, pantalones a nivel de pantorrilla, se me deja caer en tropel una turba enardecida y me sujetan de las patas. Sin ninguna consideración proceden a arrastrarme a lo que es raja pelá por la pedregosa y árida superficie de la Pacha Mama. Y yo ahí, sin soltar el probable papel de diario que tenia no para funciones informativas, sintiendo todo el rigor del terreno en mis pobres cachetes del poto. Obviamente quede con el culo para la cagada, todo escariado y adolorido, porca miseria!!!.

viernes, febrero 22, 2008

ahi vaaaa...!!

Mi ilustre Rodríguez Marcos el Lara, nuestro empecinado corregidor y defensor de las causas casi-perdidas, rebelde consumado, y guerrillero de chaqueta y corbata; defensor del pueblo y Califa; que si hubiera que votar por un Papa, de seguro que voto por usted. Difícil tarea me pone, sobre todo para estas encanecidas neuronas, que de tanto estrujarlas están un tanto famélicas; pero si usted me apura un poco y acicatea mi ánimo, de seguro les logro sacar un poco más de jugo.
Yo creo que esa anécdota a la se refiere ocurrió a continuación de la que usted relata con tanta maestría, sobre el llamado a la gran deschantada de micro que nos pegó Flaco Lank al borde del quicio y con visos de imprecación (recuerdo que era aquella una frase favoritas a la hora de lavar la imagen: “no, si estoy chantado” y nuestro Emir Guayasamin la usaba con especial complacencia).
El hecho es que con dos de Güiski en ristre, el hato que se juntó en aquella oportunidad - de los cuales puedo recordar (no sin dificultad) a Amenofis-Mena y su abrigo-negro-largo, y seguro que estaba también nuestro Her Fritz que no se perdía niuna; enfilamos nuestras sobresaturadas almas a las ramadas de Lo Plaza, en aquella época lo más posibilitario a nuestro alcance; y aunque nunca la ramadas fueron mucha onda que digamos (excepto cuando tocaba Quemadura Profunda, por cierto), con un par de Güiski en la sangre y seguro uno que otro cañonazo humeante en la cabeza, teníamos la diversión asegurada por unas cuantas horas.
Para ser sincero con nuestros agazapados lectores, recuerdos claros de esa algazara no tengo mucho, solo recuerdo que todo paso como en un sueño, es decir con la capacidad de autocritica suspendida al límite y tengo una suma de fragorosas escenas que se unen no se de que inconexa manera; de hecho no recordaba que no nos pudimos mantener unidos y que finalmente terminamos cada uno por su lado… pero para la anécdota en cuestión no es un dato relevante. La cosa es que a las tantas sería que (y después de haber recorrido todo el barroso recinto pues creo incluso que había llovido el día anterior), lo mismo que un caballo que queda sin jinete, y regresa a su morada por instinto, decidimos volver a nuestras guaridas para descansar nuestros abusados huesos y tranquilizar nuestra vapuleada humanidad, y emprendemos la vuelta con no tengo idea de quienes éramos lo que quedamos juntos, pero por el calor impreso en el recuerdo, aterido a un costad
o mío, seguro era uno o dos de los 4 o 5 que salimos. Volvíamos dando tumbos y vociferando todo aquello que se nos cruzaba por la entelerida mente, junto con el humo, el ruido, la gente, las luces; y veníamos por Grecia y supongo que para mantener en contacto con mi sistema neuro-motor me voy arrojando sobre esos arbustos que se usaban para deslindar jardines y que solían estar alineados al lado de la vereda (digo solían porque ahora las cosas han cambiado en Santiago y solo hay rejas y muros) El hecho es que en una de esas me pilla un vacío que no alcanzo a escamotear y me voy con todo pasando al otro lado y cayendo largamente sobre el jardín que le seguía, y para mi sorpresa ¡me encuentro con el mismísimo Guillermo Champin…!! que había caído en el mismo hoyo hacia unos cuantos minutos antes, y por cierto que de él no tenia noticia ninguna hacia un par de semanas ya…, así es que aprovechamos de darnos el tremendo abrazo dieciochero, con la mayor estupefacción y sin terminar de comprender como es que nos encontramos allí. Y claro con el asombro se me paso un poco tranca y seguimos brindando con una botella que salió no se de donde…

Esa fue la buena historia, y gracias a Rodríguez es que la estoy recuperando; mire que llegue a transpirar para sacarla del baúl.

lunes, febrero 18, 2008

Buen dar...

Bien González, buena cosa, me recuerdo haber acompañado al finado Merlín a casa de Alejandro Escobar, hace una pila de años. Buen grupo Quilin.

Usted siempre tirándole su corte a Pajarraco, todo un personaje, lleno de chamullos y cachañas, hace rato que no se de él.

João se fue en puros saltos y peos con su promisoria participación en este espacio, es de esperar que entre en sano juicio.

Oiga cuente la anecdota de cuando nos fuimos a las fondas de Lo Plaza, esa vez que no pudimos mantener la integridad del grupo y la entropía se enseñoreo. Cuando usted termino dentro de un hoyo.

Les dejo otro temita del recuerdo con el gran Frank Zappa.

Abrazos.

viernes, febrero 15, 2008

Quilin Quilin

Pequeña Escena doméstica, salvada de la incontrarrestable amnesia.

Sería quizás el año 82, cuando Pajarraco ya no vivía en la villa y solía venir en un furgón -de dudosa procedencia- a vernos y a tomarse alguna cosita para no perder la costumbre. Y era de costumbre la distorsión (imposible contar las garrafas que sellaron su destino en la esquina del 42). Recuerdo que Gilan andaba con una chica, que seguro era una de sus conquistas; el hecho es que de pronto me fijo que estaba tocando musica en la casetera del furgón y la música me debe haber parecido buena, entonces profiero: “¡que buenos! ¿quienes son?” Entonces Gilan contesta estirando la mano hacia la perilla y en su mejor romance: “El grupo Quilín”, “¡ha que buenos!!” espeto, y seguimos distorsionando; la cosa es que al terminar el tema oigo aplausos y rechiflas y observo: ¡ha, es en vivo! , y agrego enseguida ¿dónde tocan? Y Gilan me informa anteponiendo su sonrisa de auténtico goce pagano: “en el Curt Central” del vecino Estadio Nacional, “¡ha!” –digo- y luego de algunos minutos (ya que en esos días yo solía tener el freno de mano puesto) caigo en cuenta que ¡habíamos estado en esa reunión!!; que se llamó algo así como “6 horas de Rock”, y en donde tocaron los grupos más connotados de la escena rokera nacional, la mayoría de los grupos bastante malos y de hecho los Quilín eran uno de los pocos que se salvaban, pues además tocaban jazz-rock que era nuestra predilección en aquellas horas salvajes; y entonces digo “pero si yo estoy ahí !!! seguro soy uno de los que silva” jajajaj.
Bueno, el otro día y a propósito de lo anterior, volví de una correría por la cordillera, después de andar tres días entre una montaña y otra (y no es un decir); llego el domingo anocheciendo al Trigal del Sol -casa y tienda- de mi hermano Alvaro, y resulta que me encuentro con una reunión de los más conspicua, estaba entre otros, ni más ni menos que el mismísimo Alejandro Escobar, cabeza y líder de los Quilin; había un asadito con el que me recibieron como a un héroe y luego nos pusimos a cantar y tocar, y Alejandro nos deleitó con temas ya bastante pasados, como “La chica del paragua”, “un extraño de pelo largo” o “viento dile a la lluvia” y otras de Fabio, Sandro, Adamo, etc fue una reunión muy fina que he querido compartir con ustedes, PARA QUE NO ME OLVIDEN (esa también la cantamos.. “yo pintaré de rojo los claveles y pintare de azul los alelies” etc.)

P.D. Notese en la foto,detrás del protagonista, nuestra Tuti desgañitandose a más no poder

miércoles, febrero 13, 2008

Otra anécdota cortita...

Pues claro poh González, el indómito, también recuerdo cuando fuimos a verlos a la casa de la cultura de Las Condes. Era un muy buen grupo, no por nada tocaron con Milton. Según tengo entendido, ellos se reunieron en la Biblioteca Nacional hace un par de meses.

No me diga na, esa experiencia con floripondio no la repetiría, fue mucha distorsión.

Apenas tengo un leve recuerdo de la carta que menciona, como que recién estoy logrando dar con la huella nemica correspondiente.

Por mi parte tendré que cooperar con otra anécdota.

Corrían los primeros años de la década del `80, donde gracias al bajo precio del dólar podíamos tomar güisqui más fácilmente que pisquito llico.
La cosa es que andábamos de lo mejor poniéndole, cuando se nos ocurre ir a las fondas de Lo Plaza. Pero nos faltaba alguien en la micro, Flaco Lank... Partimos a buscarlo a la casa y nos encontramos con la sorpresa, que el muy ladino estaba durmiendo a pata suelta. Ante tamaña paradoja nos pusimos manos a la obra para tratar de levantar a Lank. Después de varios intentos y cuando éste cacho que teníamos como dos de güisqui, se levanta con toda su parcimonia y sacando pecho, levantando la barbilla, mirando al horizonte e impostando la voz, anuncia: Cuando el carro se deschanta... todos se deschantan!!! y liba como que el mundo se fuera a acabar.

Aprovecho la oportunidad para poner otro vídeo de antología, con ustedes Deep Purple!.

miércoles, febrero 06, 2008

comentario y anécdota

¡Muy buenos esos videos Rodríguez!; gran hallazgo; recuerdo cuando supimos de los Agua por allá por el 82 y fuimos al Galpón de los Leones a verlos (incluso al día siguiente me repetí el plato); y que unían los ritmos Folck-Andinos con las bases percutibas de la música Brasileña creando una fusión extraordinaria que daba aire (o agua en este caso) a la escena musical de entonces, a cargo solo de grupos apolíticos como Congreso y Jaivas, y posteriormente Huara (en donde militó nuestro imponderable Witowy); en fin una buenísima experiencia musical de la que no quedan registros. Quizás si en la musicoteca de la U. de Chile pueda quedar algo. Malo fue que se separaron y no se volvió a saber de ellos, me parece que fue después de presentarse en el Festival de Viña en donde ni los pescaron. He querido contactarlos para invitarlos a tocar en el Festival del Agua, pero no he tenido suerte (voh´pu mario marcelo). * Notese que en un video estan tocando con Milton Nacimiento.
Y a propósito de Rodríguez recuerdo una anécdota perdida en el cerebro antiguo; cuando Rodríguez se fue a estudiar a Antofa para graduarse en el colegio de ingenieros nos empezamos a cartear tupidito, ejercicio muy necesario a fin de mantener la cordura y los cabales del aludido, empeñado en esas lontananzas en someterse a las más sórdidas experiencias psicotrópicas en busca del gran pendulazo. Como ese día que (según el mismo relata con estertor) bebieron unas infusiones de la tan temida Floripondio (un poderoso psicopático que allá se da como árbol silvestre) y Rodríguez termino yéndose a la U. en pijama a las tres de la mañana, convencido que la estaba haciendo de lujo.
La anécdota es que en una de esas y en medio de nuestros desvaríos epistolares le mando la misiva correspondiente a nombre de “Viejo Zorro Peludo” a la dirección tanto y tanto; y espero. Y esta nunca llego a destino, ya que el cartero (muy profesional) la llevo a la dirección señalada y resulta que la vieja de la pensión, enfadada por sentir herido quizás que tipo de reputación atesorada por ella, contestó dándose ínfulas que: allí no vivía ningún zorro peludo..!! y que esa era una pensión decente; y no quiso recibir la carta…demudando al sr. cartero que no supo que hacer con ella. Digo yo ¡pero que falta de sentido del humor!, en fin. Esa fue la triste suerte de aquella que incluso pudo haber salvado la vida de mi Viejo Zorro Peludo.

martes, febrero 05, 2008

Para vacilar en verano.

González, cache estos dos vídeos, de antologia.

Abrazos y póngale algo de color al blog poh.

Marcos.